El director Lewis Teague nos trae tres historias entrelazadas por un gato, el gato, a pesar de ser un nexo entre ellas tiene su propio objetivo a cumplir.
La primera historia nos cuenta los intentos de un padre de familia por dejar de fumar, el protagonista (James Woods) aconsejado por un amigo va a una clínica para fumadores, sin saber los terribles métodos que utilizan, el dueño de la clínica le muestra un ejemplo de terapia, un gato encerrado recibe descargas y petardos como castigo, el hombre aterrorizado se va, pero con una advertencia, si fuma su familia sera herida. A partir de ahi se crea un juicio de valores, familia VS vicio, y en este caso el vicio gana. El hombre no puede aguantarlo más y le da un par de caladas a su cigarro ¿las consecuencias? las ya advertidas, su mujer esta ahora encerrada sufriendo los mismos castigos que el gato. Una vez castigada la deja libre y se produce el llamado síndrome de Estocolmo, el ex fumador termina teniendo una relación muy afectiva y agradeciéndole su nueva vida como no fumador.
En la segunda historia sucede en un mismo tiempo, nos encontramos con un viejo mafioso que le propone una apuesta a un joven tenista con una vida secreta, si es capaz de dar la vuelta por la cornisa de el edificio más alto de la cuidad y mantener el equilibrio recibirá dinero, a su mujer y que no diga nada a los periodistas de que es un heroinómano, el tenista decide aceptar y comienza a dar la vuelta al edificio, pero con las trampas que el viejo le ha puesto, finalmente la supera y recibe el dinero y a su mujer, pero solo un cacho de ella, su cabeza, el enfurece y le obliga a pasar la misma prueba con no tan buena suerte, el viejo, cae. Esta historia al igual que la anterior nos muestra que la vida, de un instante a otro nos pone de victima a verdugo y lo que antes veíamos como un horror ahora es un acto de placer.
La tercera historia es en la que el gato recibe el máximo protagonismo, el gato ha pasado por las dos historias anteriores como algo secundario, en esta es protagonista y podemos ver casi toda la historia en planos subjetivos del gato y del monstruo. Una niña con sueños bastante raros, acoge sin mucho apoyo de la familia al gato, dice que él es el único que le puede salvar del monstruo, los padres, más la madre que el padre no creen a la niña, una noche el monstruo, un duende bastante gracioso se come al pájaro de la niña y la madre se lleva el gato para que le maten, por suerte el gato se escapa y vuelve a la casa para salvar a la niña del monstruo, ya que ella no puede hacer nada porque el duende le roba el aire, al final los padres se dan cuenta de que todo era real y el gato termina siendo uno mas de la familia. Moraleja, debes creer a tu hija.
Los ojos del gato (1985) es una película que recuerda bastante a Pesadilla en Elm Street (1984) y Poltergeist (1982) todas de la misma época e iguales en la forma de hacer terror, con un toque bastante cómico y en ocasiones vacilón, la música únicamente está como elemento narrativo, no nos involucra en la película solo nos cuenta la historia, la letra de las canciones nos narra lo que vemos. Encontramos en todas las historias representaciones de lo hablado, por ejemplo, un señor hablando refiriéndose a una mujer (historia uno) -Quiso arañarme y no pudo. Y a continuación vemos al gato encerrado intentando arañar, o (historia tres) -Los gatos cazan ratones. Imagen de Tom y Jerry y del gato cazando un pájaro en el jardín.
Es una película bastante entretenida, fácil de ver y que al final nos hace pensar que haríamos en el lugar de los personajes y que es lo que realmente merece la pena.
ES UNA PELICULA FORMIDABLE, LA VEIA DE NIÑA Y AHORA LA VEO CON MI HIJO Y AL IGUAL QUE A MI LE ENCANTA :D
ResponderEliminarla pude ver por internet, me quede con curiosidad cuando la vi anunciada en tv y me la perdi.
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